Cómo tener una casa más fresca en verano y más cálida en invierno

Ya no es novedad la popularidad que adquirieron los equipos de aire acondicionado en los últimos años.  Hoy en día es muy común verlos en las casas calefaccionando en invierno y refrescando en verano.

 ¿Pero qué dirías si te cuento que un equipo de 3000 frigorías tiene un consumo equivalente a: una TV de 21”, un tubo fluorescente de 105W, una computadora, una cafetera chica y una lámpara de 100w, todos encendidos al mismo tiempo? Esto significa que un Split de 3000 tiene casi el mismo consumo que una oficina pequeña o un consultorio médico, por lo tanto el impacto del aire acondicionado en ese caso, es de un aumento del 100% en el consumo eléctrico y en la factura de luz.
Otra característica del sistema es la baja permanencia de la sensación de confort, al dejar de funcionar, lo cual implica que el equipo debe permanecer encendido durante todo el tiempo de uso del local, ya que, en cuanto lo apagamos, sentimos frío.
Para neutralizar estos 2 inconvenientes la solución más efectiva es aumentar la aislación y así lograr que las condiciones climáticas afecten lo menos posible el confort de tu hogar. Si tenemos una construcción bien aislada, el calor del verano tardará mucho más tiempo en llegar al interior. Idealmente, el calor debería llegar al interior del edificio al atardecer, justo cuando deja de recibir radiación y las superficies se empiezan a enfriar.

 

En verano, la superficie que recibe mayor incidencia es el techo. Para eso, una alternativa que reduce a la mitad la radiación solar son las Terrazas Verdes, por lo tanto reduce la temperatura de la cubierta y la temperatura en el interior del local.

En invierno, el calor se genera en el interior, sube por ser menos denso que el aire frío y entra en contacto con el techo, el cual tiene la cara exterior expuesta a la intemperie y esto hace que sea una superficie fría. La cubierta, junto con los vidrios de las ventanas, son los lugares por dónde se pierde el calor generado dentro de una vivienda. Y una vez más, la Terraza Verde nos brinda una fantástica aislación para demorar la pérdida de calor y conservar el confort por más tiempo sin necesidad de acondicionamiento. Gracias a esto se logra un importante ahorro en electricidad y/o gas.

El sistema de Terraza Verde se coloca sobre los techos existentes, sin necesidad de reformas, aumentando también la vida útil de la cubierta. Además cambia la imagen de la terraza y de la edificación en general, creando espacios usables y amigables.

Ayudan a reducir el fenómeno “isla de calor” que se producen en las ciudades, disminuyendo su temperatura media, mejoran la calidad del aire, retienen y retardan el escurrimiento del agua de lluvia reduciendo el riesgo de inundaciones en la Ciudad. También reducen la emisión de gases de efecto invernadero al ser un emisor natural de CO2.

Su escaso peso hace que puedan aplicarse sobre la mayoría de los techos planos o con poca inclinación y vienen en sistema continuo o modular. Este último se compone de bandejas muy simples de instalar, que permiten la reposición individual, en caso de ser necesario.

El sistema está formado por un sustrato, especialmente diseñado de origen sustentable y una variedad de plantas suculentas, cuya característica principal es el bajo mantenimiento.

Una ventaja adicional para los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y Vicente López, es que los edificios que coloquen terrazas verdes en esas localidades, tendrán una reducción en la tasa de ABL (para edificios existentes) y en los derechos de construcción  (para las obras nuevas).

Aquí te dejo el acceso a la ley, por si quieres ver más detalles:
http://www.cedom.gov.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley4428.html

Para instalar una Terraza Verde sólo se necesita un presupuesto acotado, ya que es uno de los sistemas sustentables más económicos.

Espero que esta información te resulte útil para poder ahorrar energía, sin reformas y sin mucha inversión.  

¿Cuál de estos beneficios te parece más favorable?