Tal como se explica en el desarrollo del proyecto, que lleva el nombre de SensAr, el acceso limitado al agua potable es un problema de gravedad que empeora con el paso de los años. La información sobre los niveles de contaminantes podría utilizarse fácilmente para modificar pautas de consumo, como desplazar los pozos, hacerlos más profundos o poner en evidencia la necesidad de un sistema de filtrado para la potabilización.
“Idealmente, alcanzará con un instructivo basado en imágenes para hacer las mediciones. Debería ser tan simple como un test de embarazo o uno de cloro para piletas”, señaló el Dr. Alejandro Nadra, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA que lideró el proyecto. Junto a él, participaron egresados y estudiantes de carreras tales como biología, ciencias de la computación, física, química y diseño industrial.
El proyecto ganó recientemente el premio INNOVAR en la categoría producto innovador. Se prevé que con unas pequeñas modificaciones el sensor sea capaz de detectar otro tipo de contaminantes, como plomo, cianuro, nitritos y nitratos. Sin embargo, Nadra señaló en una entrevista para Diario Publicable que “el foco no está en hacer dinero”. Destacó además que “si se pudiera solucionar el problema sanitario y de la gente que se enferma y tiene que ir al médico o que deja de trabajar por patologías relacionadas a estos contaminantes, el ahorro del Estado sería enorme, con lo cual debería ser importante que los gobiernos se preocupen por este tipo de cosas”.
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SensAr: Biosensado de agua
Un sensor de arsénico como un test de embarazo
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